Una bebé prematura con tan solo 40 días de vida ha sorprendido a todo el personal médico del hospital infantil Hubei situado en la provincia china de Hunan.
Poco antes de cumplir su primer mes de vida, la hija de unos padres chinos comenzó a presentar complicaciones, después de que mostrara un aumento inusual de los niveles de hemoglobina,lo que llevó a los médicos a someterla a diversas pruebas. La sorpresa llegó al comprobar que se le había cambiado el color de la sangre.
Los doctores diagnosticaron que la niña padecía hiperlipidemia (aumento de grasas en la sangre), inflamación del hígado y del bazo, infección pulmonar, anemia y una enfermedad de la retina.
Las pruebas sorprendieron a los doctores del Hospital Infantil de Hunan cuando, tras extraerle sangre, descubrieron que era de color rosa. ¿Era una ilusión ópitca o una realidad? Lo más fácil era comparar la sangre de la pequeña, almacenada en un tubo, con la de cualquier otro paciente. Y era cierto: el bebé no tenía la sangre roja.
La imagen, difundida por el periódico China Daily, no deja lugar a dudas en cuanto a las diferencias de tonalidad de la sangre de la pequeña, tomada el pasado día 5 (cuando contaba con 40 días de vida), y la de otro paciente del hospital. Según este periódico, el único que se ha hecho por el momento eco de la noticia, el bebé nació sin ningún tipo de problema.
Por el momento, la comunidad médica no ha valorado esta rara alteración. ¿Un caso único? ¿Una variación temporal? ¿O simplemente un montaje? En cualquier caso, una prueba de que, en China, todo es posible.
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